jueves, 15 de noviembre de 2018


Apoyo la movilización de la educación pública, por ello pido lo imposible:

-Un Estado que asuma su tarea de financiar a las Universidades públicas y dirigir la política de educación. Sin dispersar los recursos con programas sin ningún norte académico o científico que financia a las Universidades Privadas (ser pilo paga) o subsidiando la demanda (el traumático ICETEX)
-Una Universidad que aproveche los recursos entregados por los colombianos proponiendo soluciones a las problemáticas del país con la ayuda de sus estamentos así:
-Una administración eficiente que no se deje arrastrar por la decidía de viejos sindicatos que consideraban como fuente de su poder la oposición a cualquier proceso y trabajo.
- Unos docentes que se atrevan a proponer temas nuevos en el aula, que se intenten formar y cambiar los dogmas que enseñan.
- Unos estudiantes que quieran aprender y no limiten su aprendizaje a las técnicas que serán “útiles” para salir a ganar plata, sin intentar conocer su ciencia y el contexto social de su trabajo. Que no tengan miedo a aprender por sí mismos y que no limiten su planeación académica a preguntar unos días antes de inicio del semestre ¿con que profesor es más fácil ver la materia?  
- Unos egresados con identidad pública, que estén dispuestos a ser consecuentes y entender que su movilidad social se logró gracias a la educación pública y que por lo menos no se sientan ofendidos cuando se les pide apoyarla en la medida de sus posibilidades económicas, demandando exclusivamente del Estado su financiación.
El abandono de una posición arrogante basada en la ilusión de superioridad por el sólo hecho de estar en una universidad pública y por defenderla, tratando de ignorantes a los policías y las visiones contrarias, aspectos que terminan canibalizando los discursos de manera violenta con adjetivos que dicen más de las personas que deberían comprender que su inteligencia no se enaltece por considerar a los que opinan diferente como ignorantes.